Habitos saludables. Cuando hablamos de esto, nos referimos, a todas aquellas conductas que tenemos asumidas como propias en nuestra vida cotidiana y que inciden positivamente en nuestro bienestar físico, mental y social. Determinan la presencia de factores de riesgo y/o de factores protectores para el bienestar.
Hábitos Saludables: Cómo tener una alimentación más sana
Estar motivado:
La falta de motivación, si la decisión del cambio no es tuya, es un factor que, casi seguro, te hará fracasar en tu objetivo. El primer paso es ¡tenerlo claro y quererlo hacer tú! Una vez estés en marcha, registra tus avances y constancia para seguir motivándote.
No saltarse las comidas:
Una pauta alimentaria que te haga saltarte una comida es, no lo dudes, una dieta inadecuada. Una dieta saludable debe de estar constituida por 5 comidas al día: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena; y, al contrario de lo que algunos erróneamente puedan pensar, saltarse una comida es siempre una mala idea, porque te hace llegar a la siguiente con demasiada hambre y comer de más.
Planificar las comidas
Para conseguirlo, es necesario crear un plan de acción bien planificado por un profesional de la salud y en el que sepas qué pautas tienes que ir siguiendo. Además, con la comida suele pasar que, si no tienes “nada preparado” para comer, y tienes mucha hambre, vas a acabar escogiendo alimentos poco saludables. Así que planifícate bien, des de la compra hasta la cocina.
Objetivos realistas
Plantéate objetivos que puedas alcanzar, ¡no lo quieras cambiar todo a la vez! Tienes que analizar tu día a día, visualizar qué quieres cambiar y hacerlo poquito a poco.
Ir poco a poco
Empieza con una sola meta a la vez y focalízate en acciones concretas. Así, será más fácil planificar el tiempo para llevarlas a cabo. Lo mejor es que te marques objetivos y metas a corto plazo. Céntrate en una acción concreta y planifícala.
No ir demasiado rápido
A medida que consigas estas metas a corto plazo, puedes ir aumentando tus objetivos. Reajusta el objetivo si es necesario. Eso sí, estos hábitos se tienen que complementar entre ellos e ir instaurándolos poquito a poco, hasta conseguir tu meta final.
Comer sano puede ser divertido
Lo importante es focalizarte en aquello que vas a comer, su presentación final en el plato, su tipo de cocción y ¡gozar de su sabor! Si sólo haces que pensar en lo que no deberías comer y te apetece, pensarás, de forma errónea, que tu dieta es aburrida. ¡Y recuerda!: En una dieta saludable caben todos los alimentos, pero todo depende de la cantidad y de la frecuencia.
Piensa también en la importancia de inculcar hábitos de alimentación saludable a los más pequeños de la casa, es algo fundamental. Cuando ya somos adultos, cambiarlos o instaurarlos de nuevo es un poco más complicado. ¡Pero verás que con estos consejos será más fácil! en kioongo nos preocupamos por brindarte la información necesaria para que tengas una buena salud,