Como bien es sabido, los tiempos cambian y con él los que lo componen. ¿Qué está pasando con el entorno laboral actual? Vamos a descubrirlo con el aprendizaje
¿Qué está pasando?
El mercado es dinámico, las necesidades de la sociedad van cambiando: aparecen, desaparecen, disminuyen o aumentan y esta demanda constante marca un punto importante en la historia de los negocios y de la humanidad.
En el entorno laboral y de los negocios, conscientes del panorama actual, recurren a objetivos que priorizan las habilidades más que los resultados (con la perspectiva de que las habilidades requeridas llevan al logro de los resultados esperados).
Una evidencia de lo anterior es que, en 1975, más del 80% del valor de mercado de las compañías eran activos tangibles tales como sus maquinarias, sus equipos de trabajo y las instalaciones.
Hoy en día, eso ha cambiado y más del 80% está representado por activos físicos no tangibles como la base de datos o los programas de software.
Dichos activos no físicos significan un aumento de productividad y la resolución de las exigencias globales y sociales. Hasta aquí pareciera que las cosas pintan bien, sin embargo, la otra cara de la moneda es muy distinta.
Estas particularidades también representan un riesgo de desplazamiento para muchos en el mundo laboral. Y esta amenaza (y otras más) no se distribuye de manera equitativa.
Las investigaciones de Multiverse y el Burning Glass Institute muestran que los empleos de alta rotación y bajos salarios son más susceptibles a la automatización.
¿Soluciones? Una alternativa dentro del sistema educativo actual.
En la búsqueda de soluciones a estas problemáticas, un sistema educativo renovado que integre una realidad laboral parece ser una alternativa. Repetidamente se escucha que de lo que se enseña en las escuelas poco se ve en la práctica.
Ahora es más evidente que la práctica y la teoría deben ir a la par frente a las exigencias laborales de esta década (del 2020).
El sistema educativo actual, muy centrado en el conocimiento, ofrece pocas oportunidades para continuar ese aprendizaje (el de las habilidades). En esta nueva era (de transformación digital) el aprendizaje debe ser continuo.
La educación y el trabajo no son mutuamente excluyentes; es más, funcionan mucho mejor en conjunto.
Lo anterior representa al aprendizaje basado en el trabajo: un mayor énfasis en el desarrollo de las habilidades dentro de un entorno aplicado contribuyendo a la vez a las necesidades de las empresas, de las universidades y de la sociedad en general.
Otro beneficio dentro de este estilo de aprendizaje, es que no se limita como lo hace el sistema educativo actual, sino que puede ser aún más accesible, continuo y acompañando al individuo a lo largo de su carrera, según sea necesario.
¿Una propuesta accesible?
Será un desafío y requerirá una coordinación de objetivos y trabajo de los formuladores de políticas, líderes empresariales y educadores. Pero al unir el aprendizaje y el trabajo se puede construir un grupo de individuos con las habilidades necesarias para desenvolverse mejor en el entorno actual de mano del desarrollo de la tecnología. Construir también una economía preparada a largo plazo y adaptable a las cambiantes necesidades tecnológicas, y una sociedad más que lista para enfrentar uno de sus mayores retos en su historia.