Muro, patio, recorrido, paisaje, luz, interior. Seguramente ha escuchado esas palabras cuando se habla de arquitectura. Sin embargo, desde los años cincuenta, pasaron a ser clave para la arquitectura de ese momento.
Cómo resultado de una reflexión sobre el papel que en ese momento tenía la arquitectura y de una preocupación por su función orientada más bien a lo estético y caprichoso. que una meramente funcional, con la arquitectura moderna. Estos conceptos cobraron aún más significado que solamente ser términos más del glosario de la arquitectura.
En la búsqueda de un nuevo concepto, que concibiera a la arquitectura como un arte sensorial significativo y no como paredes con ornamentos innecesario. Se dio origen al lema menos es más, de Mies Van der Rohe, que defendía la singularidad y funcionalidad en los detalles, la claridad y la sencillez ante todo en pocas palabras.
¿Por qué un ventanal ostentoso con poca transparencia para la iluminación? ó ¿Por qué filas de columnas grotescas alrededor de un salón destinado al descanso humano?
Lo anterior es cuestión de gustos o fantasías personales y lo que se busca aquí es aclarar que, frente a un contexto social más acelerado donde pareciera que la rutina es prioridad y la intimidad pase a ser insignificante. Se precisa tomar medidas y recurrir a soluciones que también se podrán encontrar en la arquitectura.
¿Alternativas con arquitectura emocional? Consideremos algunas
La creación de espacios abiertos para dar lugar a la iluminación y al aire, paredes que reflejen la sombra de su entorno, o que sirvan de marco para la naturaleza exterior parecen ser propuestas interesantes.
Un ejemplo más:
¿Cómo es caminar por un pasillo con variados ornamentos y caminar por uno vacío con una paleta de colores suaves y un profundo contacto con la naturaleza como una ventana abierta al final del pasillo que oriente la vista hacia el horizonte?
Ambientes así dan por sentando, inmediatamente, un limitado alcance. Pero si se da un paso más allá y se analiza esa temática a profundidad, se llega a descubrir la intención detrás de todo eso.
Y es lo que importa y contribuye mayormente al bienestar emocional a través de un panorama visual menos saturado y ocupado con lo esencial, y un panorama sensorial en general también.
En otras palabras entre menos información innecesaria reciba, más enfocado y sereno estará el individuo, y esa alternativa si es posible aplicarla en muchos aspectos.
Conclusión
Lo anterior se consideraría una corriente más de la arquitectura y que tratándose de artes, no deja de ser para propósitos personales.
Sin embargo, no se niega la utilidad de esta iniciativa en tiempos actuales, de la importancia de espacios funcionales y estimulantes que promuevan la convivencia sana tanto social como individualmente.
No se trata de una mezcla de criterios y costumbres del pasado, sino de aplicar una arquitectura fiel al tiempo actual y llevar a la humanidad hacia entornos más agradables.
Que no inciten sentimientos negativos, sino detenerla y que dé cuenta de su presente, sin tener que ser drásticos en el tratamiento de la arquitectura ya que ésta, como una expresión artística, también conlleva emociones.
